Motivación: acerca del por qué y el para qué en el Deporte
Preguntarse por la Motivación es preguntarse por los sentidos, por el
motivo de nuestro comportamiento. Es preguntarse por aquello que nos
hace mover, iniciar y
sostener nuestro comportamiento. Es preguntarse por qué algunas personas
eligen practicar un deporte y otras no, cuáles son las causas del
abandono en el deporte y si se puede influir en la motivación de un
deportista, qué lugar o cómo puede un entrenador contribuir a esto…
Ese raro proceso que regula y orienta mi comportamiento…
La motivación es un proceso que dirige el
comportamiento hacia determinados objetivos y que también está asociado
a la cantidad de tiempo y energía con la que uno dirige y orienta su
comportamiento hacia ese objetivo.
En el deporte es producto de variables
sociales, ambientales e individuales que determinan la elección de una
actividad física o deportiva, la intensidad de la práctica, su
persistencia y el rendimiento y que, al mismo tiempo, interactúan entre
ellas aumentando, manteniendo o disminuyendo esa conducta (Balaguer,
1994).
¿…pero cómo podemos explicar la motivación?
Pongamos un ejemplo y veamos cómo explicarían esta conducta las distintas teorías:
“Juan tiene 16 años,
se dedica al running desde los 8 años. Empezó a correr porque su tío, a
quien él valora muchísimo, era un gran corredor y campeón y
lo invitó a ver una práctica y se entusiasmó. Juan es, para su familia,
el nuevo campeón y se espera que llegue al seleccionado . Hoy
es viernes, tiene práctica y sus amigos están organizando la tarde de pizza en horario de entrenamiento. Juan se va al club. Este sábado
tienen una competencia clave para pasar a semifinales con el rival clásico de
su club y se han esforzado mucho esta semana…”
A. Orientación de la motivación intrínseca – extrínseca (Deci y Ryan, 1985):
las personas pueden estar motivados intrínsecamente cuando realizan una
actividad en ausencia de una recompensa externa o sin esperarla. Es la
motivación más potente, puesto que está asociada a mayor persistencia
pese a los resultados ya que encuentran el placer en la actividad en sí
misma. Por el contrario, un deportista posee motivación extrínseca
cuando su accionar está motivado por una recompensa que no está
directamente relacionada con la tarea (premio, trofeo, reconocimiento,
etc.).
En este caso la
motivación de ir al entrenamiento para prepararse para la competencia
del sábado estaría determinada por factores extrínsecos como el
reconocimiento que obtendrá y la posibilidad de ganar y ser
semifinalista.
B. Teoría de la Atribución (Heider, 1958):
analiza el modo en el que las personas interpretan sus conductas. Un
deportista puede realizar atribuciones internas (cuando considera que
los resultados se deben a su habilidad, esfuerzo, etc.) o externas
(cuando los resultados se deben a la suerte, el árbitro, etc.). También
hay que considerar si el deportista considera a estos factores estables o
pasajeros en el tiempo y si estos factores son controlables o no por el
deportista. Es decir, qué tipo de atribuciones realice, si son o no
estables y qué nivel de control tiene el deportista sobre esto influirán
en su nivel de motivación y en su persistencia.
Supongamos que Juan
gana el sábado y al momento de conversar sobre la carrera dice: “ganamos
porque nos esforzamos mucho esta semana. habia rivales complicados y eso
nos hizo comprometernos de otro modo”. Les dejo la tarea de pensar el TIPO DE ATRIBUCIÓN – ESTABILIDAD – CONTROLABILIDAD.
C. Teoría de la percepción subjetiva de competencia (White y Harter, 1975):
las personas actúan motivadas por la necesidad de ser eficaces en su
entorno. De este modo, el comportamiento de un deportista responde a la
necesidad de ser competente y, por tanto, un deportista se sentirá
motivado cuando la actividad le ofrezca la posibilidad de sentirse
eficaz y hábil. Este sentimiento también depende de que la tarea sea lo
suficientemente difícil como para que sea sentida como desafiante. El
sentimiento de competencia no sólo está determinado por el resultado
sino por la información que aportan los padres, el entrenador, los
pares, etc.
En el caso de Juan
podríamos decir que su persistencia y dedicación al entrenamiento hace 8
años están determinadas por un sentimiento de competencia en el que
influyen los resultados, la evaluación que realiza su tío en cada
partido, entre otros.
D. Teoría de las metas de logro:
la motivación depende del tipo de metas que los deportistas se impongan
y estas metas influyen en el modo en que evalúan su nivel de
competencia en el deporte. Hay metas de competitividad que tienen como
objetivo superar, ganar a sus rivales y las metas de maestría donde el
objetivo es demostrar aprendizaje, superación y dominio de una tarea. En
este último caso, un deportista siente que ha tenido éxito no al
compararse con el otro sino con ellos mismos y aprendieron su tarea. Que
un deportista tenga uno u otro tipo de metas depende de las
experiencias subjetivas que haya tenido el deportista y de las
obligaciones que imponga el entorno social.
Juan, como la
mayoría de los deportistas en la actualidad está orientado hacia la
competitividad no sólo porque su tío fue un gran corredor y
en su familia Juan es visto como el discípulo de su tío sino porque,
además, siente que esforzarse para perder no tiene sentido.
¡Advertencia ! ¿Cómo trabajar la motivación?
1. No confundir Motivación con
Activación (Arousal), de lo contrario usted creerá que antes de la
competición cuando grita para dar un mensaje alentador a su equipo lo
está motivando, cuando en realidad lo está ACTIVANDO emocionalmente.
2. Cuidado al utilizar frases
como “Tu puedes hacerlo”, es una frase riesgosa ya que si el deportista
no ve que se cumplen las expectativas previstas, puede sufrir un efecto
“boomerang” que hará que disminuya la motivación, afectando la
confianza del deportista en su entrenador.
3. El entrenador debe tomar en
consideración la orientación de logro de sus deportistas, ayudándolos a
establecer metas realistas, adecuadas a su capacidad.
4. Debe ayudar a que los
deportistas analicen los motivos que han llevado a un determinado
resultado, enseñando a realizar atribuciones centradas en el esfuerzo y
la habilidad más que en la suerte o la dificultad de la tarea.
5. Cuidado con utilizar
excesivamente la competición y las recompensas extrínsecas, puede
transformar un juego en una forma de trabajo, necesitándose un proceso
permanente de renovación de las recompensas para mantener la motivación.
6. Los niños se sienten
competentes y eficaces en una tarea cuando las personas significativas
de su entorno se lo hacen saber y esto es un elemento crucial para la
permanencia en el deporte. Sea cuidadoso con los mensajes que envía a
los niños.
7. Cómo valore usted a sus
deportistas (si por sus logros o aprendizajes), influenciará en que
asuman la competitividad o la maestría como meta.
8. No se deben perder de vista
entre los factores individuales a analizar para la motivación la edad,
la madurez intelectual y física, el género, la historia deportiva para
entender las atribuciones. Y entre los factores ambientales: el estilo
del entrenador, el deporte, el nivel socio-cultural del deportista, etc.
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