martes, 16 de septiembre de 2014

Psicología del Deporte : MOTIVACIÓN

Psicología del Deporte : MOTIVACIÓN

La motivación es la gasolina que nos hace hacer las cosas y sin ella sería muy difícil realizar cualquier tarea ya que no daríamos el 100%.Desde la Psicología del Deporte

se estudia y trabaja principalmente con la motivación de los deportistas de elite para conseguir el más alto rendimiento deportivo, que es lo que marcará la diferencia en la competición y en el deporte profesional.

También en el deporte no profesional y de aficionado normal entran en juego las variables motivadoras que nos hacen avanzar en nuestro desarrollo deportivo.Por ello hoy os traemos una serie de recomendaciones básicas que puedan ayudar en vuestra motivación en el deporte:

La fuerza motriz, lo que te da energía, te activa; lo que marca la diferencia entre tú y tu vecino no es más que la motivación. Entendemos por motivación toda causa o razón que nos impulsa y mantiene para conseguir un fin.Es esto y no otra cosa, el material necesario para comenzar, continuar y crecer dentro de la práctica deportiva. No comiences comprándote las playeras más caras o el chándal más bonito porque eso lo puede tener cualquiera, y tú no buscas ser cualquiera, buscas ser distinto.

Para conseguir motivación lo primero que debes hacer es analizarte a ti mismo y mejorar tu autoconocimiento:

1 ¿Por qué lo quiero hacer?

Gracias a esto tendremos una idea más o menos clara de cuál es la causa de que ahora y no en otro momento decidamos comenzar o mejorar en un deporte. Cuál ha sido el detonante y como nos ha afectado. Quizás alguien nos haya dicho que nos sobran unos kilos, o que llevamos tiempo estancados y sin avanzar, o que podríamos llegar más lejos.

2. ¿para qué?

Una vez que sabemos que es lo que nos ha impulsado a la acción debemos conocer el para qué queremos ese cambio, esto nos será de gran ayuda para establecer objetivos. Debemos tener claro si nuestra motivación es intrínseca, o lo que es lo mismo, viene de nosotros mismos, nadie la puede modificar; lo hacemos porque queremos y por qué disfrutamos con ello o por el contrario es extrínseca; lo hacemos para estar más atractivo para nuestra pareja, o porque queremos demostrar a nuestra familia que somos buenos en algo…

Pues bien, debo deciros que la motivación intrínseca es mucho más duradera y estable que la extrínseca, ya que no depende del contexto, y por qué debemos tener muy claro de que solo somos agentes activos en nuestro desarrollo y conducta y no en la de los demás.

Además cuando una tarea la realizas por mera satisfacción propia no te frustraras al no conseguir recompensa inmediata, o refuerzo.

3. Escribe los Pros y los contras.

Verbalizar o incluso escribir nuestros pensamientos nos hará mucho más consciente de ellos, es por esto que resulta producente realizar una lista en la que, por un lado nos paremos a pensar racionalmente que es lo bueno de conseguir ese objetivo (Ejemplo, mejorar la salud, mayor aceptación social, sentirnos mejor con nosotros mismos, avanzar…) y cuáles son los contras (Ejemplo fallar una vez más, seguir estancados, no sacar lo mejor, se rían de nosotros…)

Una vez que hayas escrito el listado no te olvides de él, e intenta utilizarlo a menudo, una muy buena idea sería colocar cartelitos por los lugares en los que habitualmente te encuentres que te hagan mantener siempre presente, incluso en momentos de bajón, que hay cosas buenas en lo que estás haciendo.

4. Conócete.

¿Quién mejor que tu puede determinar tus capacidades? Se realista, este es uno de los puntos más importantes para alcanzar tus metas.

La sociedad occidental siente cierta dosis de ambivalencia hacia el orgullo propio, despreciando la fanfarronería, sin embargo, nuestra sociedad se asienta en la meritocracia y por eso debemos aprovecharnos y mejorar. Párate a pensar que cualidades tienen aquellos deportistas a los que admiras y haz una tarea introspectiva que te permita conocer cuál de todas tienes tú. Este ejercicio nos aportara un feedback positivo que mejorará nuestro autoconocimiento y autoestima y por consiguiente nuestra motivación. Además ser sabedor de tus habilidades te hará más fuerte ante las críticas y sujeto activo de defensa.

Recuerda la genética nos condiciona, el virtuosismo nos ayuda, pero sin esfuerzo no hay recompensa. Nuestro éxito es 1% inspiración 99% transpiración.

5. Objetivos.

No te plantees, al menos a corto plazo, objetivos inalcanzables pero tampoco irrisorios, intenta buscar el equilibrio, es decir, que tu rendimiento consiga mantener tu crecimiento sin llevarte a la frustración. Piensa que si a un pez le pides escalar jamás será feliz.

6. Controla el miedo.

He comenzado el articulo diciendo que la motivación es aquel impulso que nos lleva donde ni si quiera imaginábamos que podíamos llegar, sin embargo, el miedo puede conseguir todo lo contrario, bloqueándonos e impidiéndonos avanzar, es esa fuerza devastadora que inhibe la conducta y antagoniza nuestros mejores propósitos, sin embargo, si reflexionamos ¿a qué tenemos miedo? Llegaremos a la conclusión de que lo único que nos da miedo es no conseguir nuestros propósitos, sin embargo, ya sabemos que si nuestros objetivos son realistas y tenemos la motivación suficiente nada podrá impedir que los alcancemos, luego ¿A que temer?

7. Redireciona.

Llegados a este punto, podemos decir que conocemos nuestras fuerzas y debilidades, estamos motivados, no tenemos miedo, y sabemos que hacer para conseguirlo así que no hay ninguna razón para seguir utilizando peros, cambia tu pensamiento y tu lenguaje. Derroca las expresiones de desánimo o duda, no es que puedas hacerlo, es que ¡lo vas a hacer!, esta, a partir de ahora será tu forma de hablar. Utiliza frases como “hoy voy a correr 3 km” y no “voy a intentar correr 3km” o “Mañana intentaré ir al gimnasio” por “Me voy al gimnasio ahora mismo”. Porque no importa lo que te diga la gente, si tú crees que lo puedes conseguir, lo harás.

8. Se positivo.

Nuestro estado de ánimo modula absolutamente todo, desde la motivación, el recuerdo, la atención e incluso nuestra salud. Las ventajas de ser positivo son entre otras poder acceder de manera coherente a recuerdos alegres que retroalimentaran nuestra actitud, dirigir nuestra conducta a metas positivas, obtener la energía suficiente para el cambio, centrar nuestra atención en estímulos positivos… Ahora que sabemos que ser positivos nos hace serlo cada día mas ¿Por qué dejarlo?

9. Visualización

Cuántas veces hemos oído la expresión “persigue tus sueños”, pues eso es lo que vas a hacer, soñar, imaginarte en esa pista, con tu pala, con tu compañero al lado, con tu oponente en frente, y crea un video en el que seas capaz mentalmente de ver cada movimiento o cada fallo. Todo esto te ayudará una vez en la práctica a adelantarte a lo que te puede suceder y saber qué hacer en ese caso, porque ya lo has vivido, aunque sea en tu imaginación.

10. Comparte y busca tu “tribu”…

El conocer otra gente en tu situación, o que hayan pasado por ella y hayan conseguido llegar a la meta, sin haber muerto en el intento, te permitirá darte cuenta de que es posible y obligarte a cumplirlo simplemente por orgullo, porque si él puede tú también.

Por otro lado hacer a tu círculo más cercano conocedor y participe de esta nueva aventura en la que te vas a embaucar te frenará ante la suculenta tentación del abandono.

Todos nos caemos, todos erramos pero, sin embargo, todos no somos capaces de vencer la batalla y ese es nuestro propósito, crecer ante la adversidad y demostrar que confundirse forma parte del ser humano pero no seguir adelante solo formará parte de nosotros. Puedes hacerlo, puedes ser mejor, cuesta, pero merece tanto la pena…

Fuente:www.tudesarrollopersonal.es.

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